martes, 7 de enero de 2020

1 de enero: SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

1 de enero
OCTAVA DE NAVIDAD
SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
PRIMERA LECTURA
Núm 6. 22-27
Invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré
Lectura del libro de los Números.
L Señor habló a Moisés:
«Di a Aarón y a sus hijos, esta es la fórmula con la que bendeciréis a los hijos de Israel:
“El Señor te bendiga y te proteja,
ilumine su rostro sobre ti
y te conceda su favor.
El Señor te muestre tu rostro
y te conceda la paz”.
Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial
Sal 66, 2-3. 5. 6 y 8 (R.: 2a)
R∫. Que Dios tenga piedad y nos bendiga.

V∫. Que Dios tenga piedad nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R∫.

V∫. Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia
y gobiernas las naciones de la tierra. R∫.

V∫. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
todos los confines de la tierra. R∫.
SEGUNDA LECTURA
Gál 4, 4-7
Envió Dios a su Hijo, nacido de mujer
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas.
ERMANOS:
Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, para que recibiéramos la adopción filial.
Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡“Abba”, Padre!». Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios.
Aleluya
Heb 1, 1-2
R∫.  Aleluya, aleluya, aleluya.
V∫.  En muchas ocasiones habló Dios antiguamente
a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo. R∫.
EVANGELIO
Lc 2, 16-21
Encontraron a María y a José y al niño. Y a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús
Lectura del santo evangelio según san Mateo.

N aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José,  y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

Palabra del Señor.

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